La industria manufacturera contribuye significativamente al crecimiento económico. Sin embargo, la sobreexplotación de los recursos naturales a través de la producción industrial exacerba las desigualdades y las vulnerabilidades sociales existentes. La transición a la industria verde, si se planifica cuidadosamente, puede promover un futuro que apoye la sostenibilidad medioambiental y la igualdad de género, desvinculando el crecimiento económico del consumo de recursos y facilitando la transformación sociopolítica sistemática necesaria para abordar las desigualdades sociales. En este proceso, cerrar la brecha de género en el mundo del trabajo es una clave para acelerar el crecimiento económico sostenible. Se ha demostrado que el empoderamiento económico de las mujeres aumenta la productividad y la diversificación económica.
En el marco del programa «Economic Empowerment of Women in Green Industry» (financiado por Alemania), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI) ha publicado un informe de evaluación de políticas que abarca cuatro países participantes: Camboya, Perú, Senegal y Sudáfrica. Las conclusiones del informe pueden ayudar a los responsables políticos y a los profesionales a establecer y aplicar un marco político para integrar el género en las políticas de la industria verde y aprovechar el potencial no aprovechado de las mujeres como líderes, empresarias y profesionales industriales en la economía verde.
Conceptualización de los obstáculos a la autonomía económica de las mujeres
El programa define el empoderamiento económico de las mujeres como la combinación de la capacidad de las mujeres para tener éxito y avanzar económicamente y el poder de tomar decisiones económicas y actuar en consecuencia. Para tener éxito y avanzar económicamente, las mujeres necesitan las habilidades y los recursos para competir en los mercados, así como un acceso justo e igualitario a las instituciones económicas. Para tener el poder y la agencia para beneficiarse de las actividades económicas, las mujeres necesitan tener la capacidad de tomar y actuar en las decisiones y controlar los recursos y los beneficios.
El informe de la ONUDI, basado en una investigación llevada a cabo a principios de 2020, descubrió que la mayoría de las políticas de la industria verde no incluyen medidas concretas de igualdad de género. Aunque muchas de las políticas tienen buenos planes de aplicación, hay un margen importante para que las políticas activas sean más sensibles al género.
Los datos cualitativos y cuantitativos muestran que, en los cuatro países, hay pocas pruebas de la capacitación económica de las mujeres y de su participación en la industria verde. Las mujeres empresarias entrevistadas en cada país informaron de obstáculos similares a la hora de poner en marcha una empresa verde, como la falta de acceso a la financiación y a los servicios financieros; la falta de acceso a la tecnología; la falta de información y recursos sobre cómo poner en marcha una empresa; y la falta de incentivos para las empresas que operan en la industria verde.
Sin embargo, la investigación reveló que las mujeres se sienten más atraídas por las oportunidades como empresarias en la industria verde que en las industrias convencionales, debido a la fuerte percepción de que hay más oportunidades para que las mujeres progresen en la industria verde.
El informe hace numerosas recomendaciones clave para las partes interesadas, entre ellas: aumentar la concienciación sobre las oportunidades para las mujeres en la industria verde; aumentar el acceso a la educación y formación profesional técnica (EFTP); invertir en iniciativas de formación y capacitación para las mujeres que son profesionales de la industria verde; y promover a las mujeres empresarias que tienen éxito en la industria verde como modelos a seguir.
Sobre la base de la encuesta realizada a más de 100 empresarias de industrias ecológicas y convencionales en cuatro países, a continuación se exponen las cinco estrategias más importantes a las que hay que dar prioridad en cada país.
ESTRATEGIAS PRIORIZADAS | PERÚ | CAMBODIA | SENEGAL | SUDÁFRICA |
Modificar leyes injustas | 2 | 1 | 2 | 4 |
Invertir en planes de desarrollo de la mujer | 4 | 2 | 4 | 3 |
Aumentar el acceso financiero a las mujeres | 1 | 3 | 3 | 2 |
Acción afirmativa | 5 | 3 | 5 | 5 |
Incrementar acceso a la educación | 3 | 4 | 1 | 1 |
La ONUDI señala que la integración de la perspectiva de género en los programas y políticas ayudará a los cuatro países a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Además, durante la actual crisis COVID-19, la integración de la perspectiva de género debe ser prioritaria en todos los sectores, no sólo para ayudar a las mujeres emprendedoras a poner en marcha empresas ecológicas, sino también para generar los recursos humanos necesarios para una recuperación económica eficiente en su conjunto.
Los informes de evaluación y los resúmenes ejecutivos de cada uno de los cuatro países: Camboya, Perú, Senegal y Sudáfrica, se encuentran disponibles en inglés, francés, español y jemer. en la página de la ONUDI.